Últimas críticas

Los últimos meses han sido muy intensos para Judith, que ha viajado por diferentes escenarios de Francia, España y Colombia cosechando excelentes críticas. Tras su recital en el Festival de Piano de Lille, la revista francesa Pianiste Magazine escribía ‘Judith Jáuregui ofreció un particularmente luminoso recital. Piano y público viajaron juntos, la artista capturó la sala’. Concordaba con ello la revista Anaclase, diciendo que ‘con Jáuregui descubrimos a una artista que inmediatamente probó ser cautivadora’. El medio Tout la culture destacó ‘el ritmo, ella lo tiene de una manera innata e inimitable’. En España el diario Levante la describió como ‘pintora de sonidos, una pianista que mima contrastes y acaricía melodías’ tras su recital en la Sociedad Filarmónica de Valencia, mientras que el Heraldo de Aragón subrayó su ‘fuerte magnetismo’ y reseñó que ‘Chopin sonó con abundante fuerza expresiva gracias al arte profundo de esta dama del piano’ tras su última visita al Auditorio de Zaragoza. 

Mención aparte merece el estreno de los Nocturnos de Andalucía para piano y orquesta de Lorenzo Palomo junto a la Orquesta Sinfónica Radiotelevisión Española y Miguel Romea, que protagonizó la pianista el pasado junio en el Auditorio Nacional de Madrid, por encargo de la UAM, y que obtuvo un rotundo éxito. Mientras la revista Scherzo tachaba la interpretación de Jáuregui de ‘impecable’, Arturo Reverter escribía para Beckmesser: ’la composición muestra el oficio y la destreza de un músico dotado, de formación tradicional, de lúcidas maneras e imaginación colorista…. en ella se movió como pez en el agua Judith Jáuregui, la inspiradora de la partitura. Atendió todas las a veces complejas exigencias: ataques, octavas, trinos, amplias frases, sigilosos pasajes. Se embebió absolutamente en el mundo creado por Palomo. Gran trabajo en el que colaboró a satisfacción la RTVE’. Por su parte, la revista Ritmo califica la interpretación de Judith de ‘fundamental’, ‘la pianista tiene una pulsación exquisita a la vez que rotunda y es capaz de expresar no solo con la música, sino también con su presencia. Así, fueron surgiendo los pequeños motivos, los timbres preciosistas, los ritmos flamencos y las cadencias andaluzas, y se impuso una obra que requiere una fuerte consciencia y concentración en cada compás’.